ESTILO NADO ESPALDA
La
posición del cuerpo en el estilo de espalda es fundamental para una buena
acción de brazos y piernas.
La cabeza se mantendrá de manera que la superficie del agua esté
al nivel de la nuca y justo por debajo de sus orejas o rozando el lóbulo de la
oreja del nadador (fig.1), o bien que la mirada se dirija con una inclinación
de 45 grados con respecto a la superficie.
El plano
sagital de la cabeza siempre permanecerá perpendicular al agua a pesar del
movimiento de rotación sobre el eje longitudinal o rolido (fig.2), tan importante en este estilo. El giro del cuerpo es
similar al que vimos en crol. Sin embargo, la cabeza ha de permanecer fija
mientras el cuerpo gira hacia un lado y otro. Este movimiento de caderas y
hombros es menos amplio que el giro en crol. Se puede ver perfectamente cómo
gira el nadador su cuerpo en la animación de la figura 4, fijándose en las
bandas blancas del bañador.
Para
que el rolido o giro del cuerpo sea efectivo es importante rotar el cuerpo en
perfecta sincronización con los movimientos de los brazos. La acción
alternativa de los brazos en espalda hace que un brazo se esté moviendo hacia
bajo cuando el otro se esté desplazando hacia arriba. Es muy importante que los
nadadores roten sus cuerpos en la misma dirección en que estén moviendo los
brazos para evitar que las caderas y las piernas se balanceen de lado a lado.
Los nadadores de espalda deberían rotar aproximadamente unos 45 grados a cada
lado. Deberían rolar hacia la derecha a medida que su brazo derecho entra en el
agua efectuando el barrido descendente y deberían hacerlo hacia la izquierda
cuando su brazo izquierdo realice el movimiento correspondiente. Si estos
rolidos no se coordinan apropiadamente el cuerpo se verá empujado fuera de la
adecuada alineación. El cuerpo debe rotar como una unidad - hombros caderas y
piernas -. La única excepción a estas afirmaciones concierne a la cabeza.
La posición de la cabeza podrá tener algunas variaciones en
función de la flotabilidad del nadador. Se colocará más echada hacia atrás
cuando el nadador tenga poca flotabilidad y hacia adelante cuando ocurra lo
contrario.
En cuanto a la alineación horizontal el espaldista ha de estar
prácticamente horizontal con respecto a la superficie del agua aunque
flexionando ligeramente la cintura. Los hombro han de mantenerse más altos que
las caderas, estando el pecho por encima de la superficie del agua y las
caderas justo por debajo (aprox. unos 5 centímetros), lo suficiente para que
las piernas no salgan del agua.